28 September 2017

Tengo ganas de...

(For English, please, scroll down)

Hoy me comería un par de estos rollitos de canela (korvapuusti, en finlandés) que preparamos hace algunos días cuando mi suegros vinieron a visitarnos. Son de vicio y acompañan taaaan bien a un café! La mezcla de olor de la canela y el cardamomo es maravillosa. Se me hace la boca agua de tan solo en ellos. Pero no sólo tengo ganas de esto. Lo que más me apetece y que espero con impaciencia es la llegada de mi hermana y mi cuñado. Aquí ya estamos contando los días. Son las personas que más echamos de menos (y que nadie se ofenda, por favor) porque los queremos con locura, porque formaban parte de nuestro día a día y ese hueco tan grande se nota cada día.


Creo que hasta ahora no lo había contado a nadie, pero los últimos días que pasamos en Barcelona antes de mudarnos a Hoboken los pasamos en una habitación de hotel y consistían en visitar a amigos y familiares para ir despidiéndonos de ellos. Yo lo llevaba relativamente bien ya que la emoción de venir a América era enorme y difuminaba la pena de lo que estábamos dejando atrás. Sin embargo, llegó el momento de decirles adiós y no pude contener las lágrimas. Mantuve la compostura delante de ellos por no poner más tristeza a ese momento que también era difícil para ellos. Pero recuerdo ver a Jony salir de la habitación del hotel después de despedirse de nosotros y pensar "Uff, ¡qué lejos nos vamos! ¿Cómo va a ser nuestras vidas ahora sin ellos?" y echarme a llorar.


La vida, pase lo que pase, sigue y uno se acostumbra a las nuevas realidades muchas veces por simple supervivencia. Nuestro caso no es tan dramático y estamos disfrutando de esta aventura con los cinco sentidos. Sin embargo, nos está invadiendo una alegría infinita sólo de pensar que muy pronto volveremos a estar todos juntos y esto sólo pasa cuando uno quiere y echa de menos con locura a alguien. Isa y Jony, aquí estamos esperando vuestra visita, con ganas de enseñaros cómo son nuestras vidas en este lado del mundo, con ganas de pasear con vosotros por Hoboken y Manhattan y con ganas de estar juntos todos otra vez.

Mamen Fiol

Right now I would eat one of these cinnamon rolls that we baked a few days ago when my parents in law came to visit us. The smell of cinnamon and cardamom is amazing and it takes you to heaven ;) My mouth is watering just thinking about it. However, that is not the only thing I am looking forward to right now. We are so happy and excited wating for my sister and my brother in law to visit. We miss them so much that it is impossible to expalin. Not having them around as we used to is something that we suffer every day. I can't wait to show them how is our lives here, to walk around Manhattan with them and just simply be all together again. 

18 September 2017

Mi escapada a Maplewood


(For English, please, scroll down)

Siempre que puedo, después de dejar a los niños en el cole, me escapo a alguna cafetería bonita y allí me pongo al día con los emails, le echo un vistazo (o dos) a Instagram y planifico algo, por pequeño que sea, que me motive. Puede ser desde buscar una nueva receta, una cafetería nueva que descubrir a leer los blogs que sigo con atención, mimo y dedicarles tiempo para escribir comentarios... La semana pasada pensé que sería genial escaparme una mañana yo sola en tren e irme a algún pueblecito y conectar un poco con la naturaleza. Y así di con Maplewood.



Maplewood es un pueblo pequeñito a nos 40 minutos en tren desde Hoboken. Algo curioso que leí sobre este pueblecito es que empieza a conocerse como el Brooklyn del Oeste (Brooklyn West). La razón, Brooklyn está de moda, los precios se han disparado y los pisos siguen siendo igual de pequeños pero más caros. Así que muchas familias están siguiendo el patrón migratorio Manhattan - Brooklyn - Maplewood.



Maplewood ofrece naturaleza, una comunidad joven y activa y lo más tentador: casas coloniales al mismo precio que un piso en la City. Además, la conexión con Manhattan es genial y se tarda el mismo tiempo en llegar que el que se tardaría viviendo en Brooklyn. ¿Quién da más? Yo me escapé allí la mañana del martes y confieso que desde el primer momento me pareció un lugar encantador. Las casas son preciosas y estar rodeado de tanto verde proporciona la sensación de bienestar y tranquilidad que tantas veces anhelo.


Sin embargo, para mi gusto es un lugar demasiado tranquilo (sin vida). Tiene ese tufillo a zona dormitorio en la que no hay vida durante la semana porque todo el mundo trabaja en otro lugar. Además, como en tantos lugares de Estados Unidos, sin coche no puedes hacer nada. Dicho esto, de Maplewood recordaré la oportunidad que me brindó de pasar unas horas en tranquilidad, sin ruidos, reconectando con la naturaleza, poniendo en orden muchos pensamientos, siendo consciente del aquí y ahora y valorar lo afortunada que soy en esta vida.

Mamen Fiol

Early this week a visited the village of Maplewood. A little cozy place surrounded by nature. I read it is known as Brooklyn West due to the migration pattern of moving from Manhattan to Brooklyn to Maplewood. This village has a young and active community, nice coffee shops, supermarket and schools. But the most significant thing and the reason for moving here it is the possibility of buying a colonial house for the price of small apartment in The City spending the same amount of time to your commute as if you were living in Brookling.

After spending several hours there, I got the feeling that this village was too quite during the week days  and that having a car it is mandatory in order to move around. So, not for me but whenever I think of Maplewood Ill be reminded of the opportunity it gave to switch off, put my thoughts in order and practice a little of mindfullness.

7 September 2017

Septiembre, otoño y calabazas



(For English, please, scroll down)

Septiembre ya ha llegado y hemos vuelto al cole. Este curso Liam tiene por delante retos nuevos y muy enriquecedores: su primer año en Kidergarten y llevando un uniforme que lo hace más guapo ¡si es posible! Emma está encantada de volver a ver a sus profesoras y a todos sus compañeros y yo, pues qué os voy a contar... con la desesperada necesidad de tener más tiempo para mí y contenta al ver que ahora sí que es posible.



Ayer leía un post de Anna Alfaro en el que hablaba de la importancia del saber disfrutar de esos momentos-días dedicados al dolce far niente y pensaba en cuánta razón tiene. A veces parece que todos estemos sumergidos en la idea de tener que hacer de cada segundo de nuestra vida algo relevante, importante y que la llene de sentido. Y no digo que no, pero creo que no deberíamos olvidarnos de la importancia del saber parar, relajarse y disfrutar de la desconexión. Supongo que se trata un poco de lo que todo el mundo quiere hacer durante las vacaciones, pero que quizás deberíamos aplicarlo en pequeñas dosis a nuestro día a día.

En mi Instagram comentaba el otro día que, por estos lares, con septiembre llegaba el otoño de manera contundente. Pues bien, no sólo eso, sino que también han llegado las calabazas y los preparativos de Halloween y no dejo de preguntarme que qué necesidad habrá de adelantar tanto las cosas. Nosotros vamos a ir a contracorriente y primero disfrutar de cada hoja que amarillee en los árboles, verlas caer cuando paseamos al atardecer y de la temporada de manzanas.

Mamen Fiol

ENGLISH

September. Kids are back to school happy to see their friends and teachers and with new challanges ahead. From my part, happy that I will finally have more time for myself. Autumn is here as well and along with it pumpkins and Halloween preparations have taken the town. And I can´t stop wondering what is the need in advancing things so much. We will go against the flow and do our best to enjoy our sunset walks along the river and  admire how the colour of the trees changes before it gets too cold and rainny. Also we will get the most out of this new apple season (Apple strudel, compotes and Apple tarts are already in mi mind!).
Bits and Pieces © . Design by FCD.